ANTIINFLAMATORIOS NATURALES
Hay temporadas en las que nos damos cuenta de que abusamos de los medicamentos, sobre todo de los antiinflamatorios.
Los usamos para dolores musculares, dolor de cabeza, la regla, las muelas...
Sin darnos cuenta de lo perjudiciales que son para nuestros órganos, ya que los saturamos de tóxicos y les obligamos a que trabajen en exceso. Los más usados son el Ibuprofeno y diclofenac.
En la naturaleza hay opciones alternativas como estas:
Jengibre: 1 o 2 cucharaditas de jengibre fresco en una infusión caliente, ayudan a calmar el dolor. Puede realizar el te de jengibre con un toque de pimienta negra y miel para endulzar, y posteriormente reposar.
Los usamos para dolores musculares, dolor de cabeza, la regla, las muelas...
Sin darnos cuenta de lo perjudiciales que son para nuestros órganos, ya que los saturamos de tóxicos y les obligamos a que trabajen en exceso. Los más usados son el Ibuprofeno y diclofenac.
En la naturaleza hay opciones alternativas como estas:
Jengibre: 1 o 2 cucharaditas de jengibre fresco en una infusión caliente, ayudan a calmar el dolor. Puede realizar el te de jengibre con un toque de pimienta negra y miel para endulzar, y posteriormente reposar.
Hárpago: Los tubérculos del hárpago contienen sustancias con notables efectos antiinflamatorios, analgésicos y espasmoliticos (relajan los músculos lisos que duelen en los cólicos). Generalmente, suelen realizarse infusiones con esta planta que luego se aplican localmente sobre la zona afectada (piel, articulaciones, músculos…).
Manzanilla: Tomada en infusión, la manzanilla es un buen analgésico para los dolores en general, y particularmente para los dolores de cabeza y algunas neuralgias o irritaciones de nervios. También la infusión puede utilizarse sobre la piel para tratar lesiones locales (posee un cierto efecto antiséptico, contra los gérmenes). Su aceite esencial usado en fricciones, resulta muy útil en el caso de lumbagos, tortícolis, y dolores reumáticos.
Romero: El romero se caracteriza por sus efectos antiinflamatorios, utilizándose sobre todo de forma local. Con sus hojas realizamos infusiones, que se aplican con la ayuda de una compresa sobre los músculos y articulaciones, calmando el dolor (espalda, cuello, hombros…). Es un buen antirreumático, resultando muy útil su aplicación en fricciones, en forma de alcohol de romero.
Árnica: Se usa para trata la hinchazón e inflamación producida por golpes y torceduras entre otros. Sus propiedades antiinflamatorias se deben especialmente a la presencia de helenalina y dihidrohelenalina en esta hierba. Tan pronto se produce un golpe, se debe aplicar, sobre la zona afectada, paños empapados en árnica con lo cual no sólo se contrarrestan el dolor y la inflamación sino también la posible aparición de un hematoma.
Cúrcuma: Esta especia india contiene curcumina la cual posee propiedades antiinflamatorias según han mostrado varios estudios clínicos. Sin embargo, los beneficios de la cúrcuma se aprecian sólo pasados un par de meses. Si se toma en unión de bromelina (potente enzima antiinflamatoria que se encuentra en la piña) se logra un eficaz remedio natural que combate el dolor agudo producido por el síndrome del túnel carpiano o la artritis.
Pimienta cayena: Contiene “capsaicina”, ingrediente que aporta el sabor picante a este tipo de pimienta, el cual posee reconocidos efectos antiinflamatorios.
Regaliz: Contiene glicirricina y ácido glicirricínico los cuales presentan una actividad antiinflamatoria y protectora contra los tumores. Se toma la raíz cortada o en polvo.
La amapola, manzanilla, melisa, pasiflora, el tilo y la valeriana tienen además acción antiespasmódica, por lo que se utilizan en caso de dolores acompañados de espasmos.
RECOMENDACIONES EN LA DIETA ANTIINFLAMATORIA.
- Seguir una dieta baja en carbohidratos y tomarlos integrales.
- Hacer ejercicio, la panacea antiinflamatoria.
- Perder Peso. Mantener un peso saludable reduce los niveles de inflamación en el organismo.
- Dormir. La falta de sueño causa inflamación crónica. Incluso pequeñas faltas de sueño disparan un mecanismo celular en el que interviene la inflamación.
- Vitamina D. Aún pequeñas cantidades de vitamina D pueden ayudar a reducir la inflamación y los riesgos de enfermedades degenerativas. 20 minutos de sol al día son suficientes para mantener unos niveles aceptables de vitamina D.
- Tomar aceite de pescado con omega-3 o aceite de krill. El aceite de pescado es altamente desinflamatorio y compensa los efectos inflamatorios del omega 6 de la dieta. Puedes encontrarlo en forma de cápsulas en farmacias y tiendas de alimentación natural.
- Dejar de Fumar. Fumar es la causa prevenible más importante de enfermedad y de muerte prematura. Pero además, fumar dispara una respuesta inmunológica del cuerpo que produce herida vascular, lo que se asocia con mayores niveles de marcadores inflamatorios.
- Tomar frutas y verduras frescas, ricas en vitaminas y minerales antioxidantes que también ayudan a reducir la inflamación y evitan la retención de fluidos.
- Tomar pescado azul, si puedes, cada día. Es la fuente natural más rica en ácidos grasos omega-3. - Elegir bien los aceites. El aceite de oliva, almendra y aguacate contienen las grasas con efectos antiinflamatorios. Evita los aceites de coco, palma y las margarinas. No te olvides de aliñar las comidas con una cucharada de estos aceites, y evita calentarlos en fritura, pues pierden sus propiedades saludables.
- Evitar las grasas trans. Los ácidos grasos parcialmente hidrogenados o trans tienen los efectos más negativos sobre la salud y están claramente relacionados con la inflamación. Evita tomar grasas vegetales sólidas como las margarinas y revisa bien las etiquetas de galletas, barritas, cereales y otros alimentos procesados para eliminarlos completamente de tu dieta.
- Lácteos. Hay mucha polémica acerca de si se debe incluir leche y sus derivados en la dieta actual, ya que es una fuente importante de proteínas y calcio. Lo mejor sería tomar leches y lácteos de ganadería ecológica alimentos en pastos naturales, desnatados y quesos más frescos como requesón, Burgos, Villalón, ricotta y mozarella.
- Beber té. El té verde, pu-erh o blanco es una fuente de antioxidantes naturales como los polifenoles (EGCG) uno de los más potentes. Compra té de buena calidad para asegurarte la calidad de los antioxidantes.
- Hacer ejercicio, la panacea antiinflamatoria.
- Perder Peso. Mantener un peso saludable reduce los niveles de inflamación en el organismo.
- Dormir. La falta de sueño causa inflamación crónica. Incluso pequeñas faltas de sueño disparan un mecanismo celular en el que interviene la inflamación.
- Vitamina D. Aún pequeñas cantidades de vitamina D pueden ayudar a reducir la inflamación y los riesgos de enfermedades degenerativas. 20 minutos de sol al día son suficientes para mantener unos niveles aceptables de vitamina D.
- Tomar aceite de pescado con omega-3 o aceite de krill. El aceite de pescado es altamente desinflamatorio y compensa los efectos inflamatorios del omega 6 de la dieta. Puedes encontrarlo en forma de cápsulas en farmacias y tiendas de alimentación natural.
- Dejar de Fumar. Fumar es la causa prevenible más importante de enfermedad y de muerte prematura. Pero además, fumar dispara una respuesta inmunológica del cuerpo que produce herida vascular, lo que se asocia con mayores niveles de marcadores inflamatorios.
- Tomar frutas y verduras frescas, ricas en vitaminas y minerales antioxidantes que también ayudan a reducir la inflamación y evitan la retención de fluidos.
- Tomar pescado azul, si puedes, cada día. Es la fuente natural más rica en ácidos grasos omega-3. - Elegir bien los aceites. El aceite de oliva, almendra y aguacate contienen las grasas con efectos antiinflamatorios. Evita los aceites de coco, palma y las margarinas. No te olvides de aliñar las comidas con una cucharada de estos aceites, y evita calentarlos en fritura, pues pierden sus propiedades saludables.
- Evitar las grasas trans. Los ácidos grasos parcialmente hidrogenados o trans tienen los efectos más negativos sobre la salud y están claramente relacionados con la inflamación. Evita tomar grasas vegetales sólidas como las margarinas y revisa bien las etiquetas de galletas, barritas, cereales y otros alimentos procesados para eliminarlos completamente de tu dieta.
- Lácteos. Hay mucha polémica acerca de si se debe incluir leche y sus derivados en la dieta actual, ya que es una fuente importante de proteínas y calcio. Lo mejor sería tomar leches y lácteos de ganadería ecológica alimentos en pastos naturales, desnatados y quesos más frescos como requesón, Burgos, Villalón, ricotta y mozarella.
- Beber té. El té verde, pu-erh o blanco es una fuente de antioxidantes naturales como los polifenoles (EGCG) uno de los más potentes. Compra té de buena calidad para asegurarte la calidad de los antioxidantes.